La quintadeleón
En uno de sus viajes mis padres conocieron a León. León era un hombre un poco mayor que ellos , y de una posición acomodada,que sintió simpatía por esa pareja medio hippie , medio bohemia que recorría el sur con su citroen destartalado y su carpa humedecida por la lluvia. León tenia una esposa llamada Violna,dos hijas ,jugaba al golf , y los fines de semana partía hacia su quinta en escobar. Acogió a mis padres y sus amigos,haciendolos parte de su familia. De tanto en tanto, nos prestaba su departamento en pinamar , para pasar unos dias en la playa.
Desde que tengo memoria , todas mis navidades han transcurrido en su quinta. La quintadeleón era el momento del año que yo siempre ansiaba.Cada navidad nos trasladabamos a escobar , mis padres , su grupo de amigos y sus hijos. Allí estaban mis primos, aquellos idolos de la infancia, para quienes yo era una especie de gurrimina que los miraba con ojos embelzados. Estaba mi primo Juan, el inteligente , y mi prima Mariana , con su retorica admirable y la palabra justa para el momento apropiado. También estaba Nora, la pocha. Con ella nos disfrazamos de mexicanas y preparabamos espectaculos musicales, creyendonos las reinas de la melodía. Los invitados no tenian mas opción que someterse a nuestros canticos,hartas veces ensayados.
Nora era un oasis de risa y complicidad, por aquel entonces donde la palabra neurosis no figuraba en nuestros diccionarios. Allí estaba mi hermano , con sus rulos, y mi madre y mi padre colaborando en la decoración de aquel pino de navidad. Y los regalos con sus nombres, coronando el pino, y el pavo y alguna vez el gordo y Juanita , y alguna que otra vez Quino. Y estaban las abuelas ,Rosa, Lila y Sabina. y Algún año el calor,que nos motivaba a tirarnos a la pileta a media noche. Después la prima entró en la adolescencia y Escobar era lejos del sitio donde se encontraba después de las 12 con sus amigos a tomar cerveza y brindar.Yo vivía como una traición que se quejara de tener que ir a la quintadeleón. y Se veía que los tiempos cambiaban , pasaban , y que la tierra prometida quedaba cada vez mas lejos de nuestra realidad. No recuerdo si fue antes o despues de la separación , pero lo que es seguro , que despues de ella , la quintadeleón fue un espacio que jamás volví a pisar. Y fue entonces, que el grupo , ya sin León y sus secuaces, se trasladó a capital. Refugiado entre ventiladores en el living de los Goutman,o brindando en la terraza del decimo piso , desde el cual veiamos los fuegos artificales caer sobre la palza las heras. Pero ya tocaba navidad con uno , año nuevo con otro,y cual de mis padres la pasaba con el grupo , y a cual le tocaba arreglarselas por su cuenta. La abuela Lila, empezó a ponerse vieja , y entonces ya no queria concurrir a las cenas (A excepción de su ultima navidad , que decidó hacernos el gran regalo de su presencia) Brindabamos con ella en su casa , y despues partiamos al festejo. Cuando apareció Marce en mi vida, ya habia que dividirse entre mas familia,entonces era cenar con uno de mis padres y correr a brindar con el otro. Y entonces ya las fiestas empezaron de a poco a perder su encanto y yo a perder mi entusiasmo por ellas. Hace un tiempo super que León falleció y con él un ciclo de mi vida. Escobar se volvía un recoveco en mi memoria.
Todos estos años , me he pasado intentando encontrar mi propia quintadeleón.
4 Comments:
las quintasdeleones no son fáciles de encontrar, y menos en el hoy parcializado que nos toca.
La quintadeleón se carga encima, y aunque no sea exactamente lo mismo, igual tiene su magia
Son increibles las vivencias que nos ha brindado y nos brinda la quintadeleón.
La presencia se muere con el olvido.
La vida a veces nos regala estas delicias, momentos imborrables que sólo podemos encontar en nuestro corazón. Allí están, difícilmento los podamos ubicar en otro contexto.
Yo quiero agradecer tus palabras y tu recuerdo a un ser tan querido como León.
Lei tu comentario hace dos dias y no se porqué hoy me levanté pensando,seguro erroneamente , que sabia de que Edu se trataba.Seguro que me equivoco ,pero son esas certezas que aportan esos estado de duermevela.
La quinta de Leon era en Ezeiza!
Yo tambien me acuerdo mucho (y guido tambien), que buenas que estaban las navidades y como poco a poco, menos.
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