El comienzo

Mis pies se sentían nervisos. Mi cabeza caminaba por las paredes deambulando por las "escenas temidas" que pueden poblar los primeros días laborales. Maón estaba oscura y yo me fumaba un cigarrillo vislumbrando desde un banco , el lugar donde pasaría las próximas once horas. Me fui acercando de a poco , repasando mis últimos años laborales. Recordando mis épocas de At en las que pernoctaba fuera de casa. Se me vino a la cabeza el sillón de la loca de los pajaritos ,allí en perón y Salguero en el que pasamos unas pocas trémulas noches con mi amiga Audrey ( teníamos un espíritu de sufrimiento que te la vogliodire!!!!).
Escuchaba los gritos excitados desde el pasillo. Cuando entré cuatro personitas corrian de un lado a otro de la casa. Se insultaban , se pegaban. Mi espíritu psicoanalitico se debatía con mi rol de "cuidadora pone límites" para el que fui convocada. Y todas las contridicciones danzaban una salsa en mi cabeza. Tenían materialmente lo que uno nunca había soñado que podía haber en un piso de acogida , pero habían sido depositadas ahí como objetos desechables. Antes de semblantear firmeza y mandarlas a las cama ,intenté subjetivizar cada una de esas caritas , encontrarles un poco de historia , hacer consistir sus nombres. Para ellas , yo era una de las tantas caras con las que se encontraban en ese zapping por la vida que han hecho en sus cortos 10 años. Para mí , las primeras caritas españolas que me plantearán el desafío de ver si logro rehuir de la burocracia aplastante de las instituciones menorquinas y lograr hacer de este espacio , un lugar intersante de laburo.