De amor y de casualidad

Se llamaba Diego G. y fue mi primer amor. Yo tenía sólo 12 años. Aún recuerdo su olor a colonia "pibes" y el cosquilleo en la panza que me producía su cara llena de pecas y sus ojos turquesas.
Nos queríamos mucho , como se suelen querer los niños a esa edad. Me acuerdo que me decía: " es que me tengo que convertir en Jack mil trucos para darte un beso?????" y yo me sonrojaba hasta la médula. Cuando terminamos el colegio primario , nos vimos unas pocas veces mas , y luego lo perdí de vista.
En el viaje de egresados de 5to año , mientras deambulaba en las penumbras de esos antros a los que solían llevarnos los coordinadores , distinguí sus inconfundibles pecas entre la oscuridad.
Hablamos largamente , compartimos sensaciones y excursiones para despedirnos con un gran abrazo y seguir cada uno su camino. No supe nunca mas de él salvo por algunos comentarios que alguien traía en esos reencuentros de la primaria. " Se fue a Europa , es jugador de futboll profesional" " está en España..."
Anoche vinieron unos amigos a cenar. entre ellos , un amigo argentino. Hablamos largamente de las casualidades que nos atravesaban. Vivía en Baires a unas cuadras de nuestra casa. Había ido al colegio de Mirona , Audrey y Marzopa.
De pronto , y sin ningún motivo aparente me preguntó: no conoces a Diego G.?????? " Es amigo mío" Me contó que hasta este año , venía todas las temporadas a trabajar a Menorca.
No quise saber mas nada de él , preferí saborear el gusto de la casualidad. No quise saber mas nada , me cuente Pitu lo que me cuente , para mí diego G. seguiría inimutable : el niño de pecas y ojos turquesas.