Inmensas pequeñeces
Hoy me fui a trabajar. Me esperabas en el coche con tu traje de oso. Cuando te vi y te saludé me sonreiste dandome la bienvenida y se te iluminaron los ojos. Los mios se llenaron de lágrimas y me fui a dormir con una felicidad tan intensa que me cuesta trancribir en palabras. Sólo un gesto , y mi dia cobraba todo su sentido.